La secretaria del Campo de Tulancingo a través de la dirección de Desarrollo Rural culminó recientemente una serie de recorridos por zonas de cultivo que componen los 15 ejidos y pequeñas propiedades.
La información recabada en cada punto precisa las afectaciones tanto en zonas de riego como de temporal.
También el recorrido incluyó los cinco ejidos (Laguna del Cerrito, Santa María Asunción; Santa Ana Hueytlalpan y Cebolletas) en donde se riega con agua negra, aclarando que esta superficie únicamente produce cultivos forrajeros para la alimentación del ganado, no hortalizas.
La información que se tiene hasta el momento es que los cultivos perenes como son alfalfa y praderas mixtas se encuentran en estado crítico de humedad, aun y cuando cuentan con riego derivado de pozos profundos, manantiales y o cuerpos de agua almacenada (presas y jagueyes).
Es importante mencionar que ante esta sequia severa, los sistemas de riego por bombeo están trabajando a su máxima capacidad siendo insuficiente el volumen extraído.
Por otra parte, los niveles estáticos y dinámicos de los aprovechamientos hidráulicos han bajado considerablemente; y la rotación del tandeo para riego es más prolongada.
Así también los riegos con agua negra y de manantial, cuentan con mínimos volúmenes provocando la disminución en toneladas por hectárea de forraje, y por tanto, el costo de producción se incrementa significativamente al tener que regar en periodos más cortos.
En cuanto a presas y jagueyes se encuentran totalmente vacías o en cantidades mínimas de agua impidiendo su uso para riego agrícola o por lo menos para abrevadero.
En lo inherente a cultivos de temporal, la siembra es nula y a la fecha no hay superficie sembrada y lo más preocupante es que la mayoría de las superficies cultivables ni siquiera registran preparación de suelos con barbecho o rastreo.
A la fecha, se visualiza un panorama drástico, pues de acuerdo con los últimos informes del sistema meteorológico no se visualizan lluvias próximas que permitan el establecimiento de cultivos de temporal.
En un comparativo al 2022 y 2023, en el mismo periodo el escenario, es más severo tomando en consideración que las ráfagas de viento y altas temperaturas propician la evaporación de la poca humedad que existe en el medio ambiente.
Algunas de las medidas para enfrentar esta crisis hídrica que han sido tomadas por el sector rural son la adopción de Agricultura protegida (invernaderos) que permiten eficientar el uso de agua.