Con el objetivo de generar conciencia y visibilizar los problemas físicos, mentales y de salud que ocasiona el maltrato, abuso y sufrimiento a los cuales son sometidas las personas mayores, el 15 de junio se conmemora el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez.
Al respecto, la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH), diseñó el “Violentómetro de las Personas Mayores y las Vejeces”, con la finalidad de invitar a las instituciones y a la sociedad en general, a identificarla, atenderla y denunciarla cuando se presente.
De manera permanente, la dependencia estatal que dirige Vanesa Escalante Arroyo, desarrolla campañas en coordinación con instancias educativas, a fin de fomentar entre niños y jóvenes el respeto por los adultos mayores, ya que, en ocasiones por falta de sensibilidad, visibilidad, desconocimiento o simplemente porque se llegan a normalizar los actos de violencia.
Desde una perspectiva gerontológica, se han definido diferentes tipos de maltrato contra las personas mayores:
- Maltrato físico. Acto no accidental que provoca daño corporal o deterioro físico.
- Maltrato psicológico. Actos verbales o no verbales que generen angustia, desvalorización o sufrimiento.
- Abuso sexual. Cualquier contacto sexual no consentido.
- Abandono. Descuido u omisión en la realización de determinadas atenciones o desamparo de una persona que depende de otra por la cual se tiene alguna obligación legal o moral. Es una de las formas más extremas del maltrato y puede ser intencionada o no.
- Explotación financiera. Uso ilegal de los fondos, la propiedad o los recursos de la persona adulta mayor.
- Maltrato estructural. Se manifiesta en la falta de políticas sociales y de salud adecuadas, pero también de la inexistencia, el mal ejercicio y el incumplimiento de las leyes; la presencia de normas sociales, comunitarias y culturales que desvalorizan la imagen de la persona mayor y que resultan en su perjuicio y se expresan socialmente como discriminación, marginalidad y exclusión social.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS): “el maltrato de las personas mayores, constituye una violación de los derechos humanos por razones económicas o materiales; el abandono; la negligencia; y el menoscabo grave de su dignidad y la falta de respeto”.
Puede ser ejercida por familiares, vecinos o desconocidos, con o sin intención de hacerlo y puede darse dentro de la familia, en la comunidad o por parte de las instituciones.
Las personas mayores que han sido maltratadas pueden presentar confusión, insomnio, agitación, agresividad, pérdida de peso, moretones, cicatrices o quemaduras, higiene deficiente, desarrollo de úlceras, entre otros.
Es importante destacar que la violencia, en cualquiera de sus formas tiene consecuencias en la integridad emocional y física de las personas mayores, por eso es importante reconocerla, prevenirla y atenderla.
Las y los adultos mayores que dependen de ayuda para realizar sus actividades cotidianas como comer, bañarse o vestirse con alta frecuencia son en gran medida víctimas de abuso.
Quienes muestran rasgos de fragilidad, marcha lenta, agotamiento, pérdida de peso y disminución de la fuerza muscular son más vulnerables a recibir algún tipo de maltrato: psicológico, económico, sexual o negligencia, por la persona encargada de su cuidado, por eso es importante que quien le cuida se encuentre sensibilizada y en óptimas condiciones.
Por lo anterior es importante establecer acciones interinstitucionales y multidisciplinarias orientadas a la prevención y atención de la violencia cometida en contra de las personas mayores en todas sus manifestaciones y ámbitos, así como brindarles todas las herramientas que les permitan fortalecerse como sujetos de derecho y mejorar así su calidad de vida.